Se encuentra en al menos 12 países con 80 casos registrados. No existen tratamientos o vacunas específicos, pero se pueden contener los brotes, según la OMS.
La viruela del mono no es nueva. Hace más de 50 años se empezaron a registrar los primeros casos en África central y occidental, donde permanece de forma continua. No obstante, se han empezado a reportar pacientes en Europa y Estados Unidos.
La infección de los casos iniciales se debe al contacto directo con sangre, fluidos corporales, lesiones cutáneas o mucosas de animales infectados.
La transmisión secundaria, es decir, de persona a persona, puede resultar del contacto estrecho con secreciones infectadas de las vías respiratorias, lesiones cutáneas de una persona infectada o de objetos recientemente contaminados con líquidos biológicos o materiales procedentes de las lesiones de un paciente.
¿Cuáles son los síntomas de la viruela del mono?
Son similares a los de la viruela: dolor de cabeza, fiebre, escalofríos y dolores musculares y dorsales durante los primeros cinco días. Luego aparecen erupciones (en la cara, las palmas de las manos, las plantas de los pies), lesiones, pústulas y finalmente costras.
No existen tratamientos o vacunas específicos contra la viruela del mono, pero se pueden contener los brotes, explica la Organización Mundial de la Salud (OMS). Generalmente, la enfermedad se cura espontáneamente y los síntomas duran entre 14 y 21 días.
Como medida de prevención, algunos países han empezado a reactivar la vacunación contra la viruela humana común.