Para nadie es un secreto que el teletrabajo y las clases virtuales han promovido una dinámica de trabajo mucho más autónoma, que exige buscar herramientas y hábitos que favorezcan el buen desempeño y que permita a las personas adaptarse rápidamente al entorno y a las situaciones para ser efectivas desde cualquier lugar, reduciendo así los tiempos que invierten en cada tarea y tener una óptima capacidad de respuesta.
Estas son algunas claves para tener presente en las jornadas de trabajo y cumplir con todos los objetivos propuestos:
Establecer rutinas, para aumentar la productividad y la optimización de los procesos para los trabajadores. Según la Organización Internacional del trabajo: “las empresas deben evitar jornadas laborales no saludables y largas horas de trabajo a fin de prevenir efectos negativos a corto y largo plazo sobre la salud, incremento del riesgo de accidentes, aumento de los índices de ausentismo y disminución de la productividad”.
Evite las distracciones
Un entorno de trabajo contaminado auditivamente, como los sonidos de ambiente, con música o conversaciones externas pueden ser uno de los factores que distrae y disminuye la productividad. Incluso la OMS ha considerado la contaminación acústica como un problema de Salud Pública.
Planifique las tareas del día
Elaborar un listado de forma descendiente no solo ayuda a priorizar las labores y a establecer un orden del día, sino que da un panorama total de todos los pendientes para saber de qué manera distribuir el tiempo. Existen aplicaciones móviles y hasta funciones de los smartphones para ayudarlo con esta labor.
Disponer y adecuar un espacio solo para trabajar o estudiar
Ahora con la virtualidad es importante delimitar y adecuar un espacio en la casa especialmente para trabajar o estudiar, de tal manera que no se pierda el control del tiempo, y las actividades laborales no se alarguen o se mezclen con los momentos de esparcimiento. El lugar debe ser cómodo y con buena iluminación para evitar distracciones.
Pausas para pensar e interiorizar
La carga del día a día muchas veces genera que los trabajadores se tensionen y se les dificulte ser objetivos y productivos. Es necesario hacer una pausa de 10 minutos cada tres horas para recuperar la energía y mejorar el desempeño. En caso de que el nivel de estrés sea muy alto, se recomienda descansar al menos 20 minutos.