Todo parece indicar que esta semana el Gobierno definirá el aumento del salario mínimo para el próximo año.
Las partes, que ya terminaron las sesiones formales, continuaron las deliberaciones de manera informal, en las que hubo, por lo menos, un cambio en las propuestas.
Esto se dio el viernes pasado, cuando los empresarios aumentaron su cifra del 5% al 5,88%, que representaría un alza del salario pleno (incluyendo el subsidio de transporte) de $54.362. Así, el ingreso mensual de unos dos millones de trabajadores llegaría a $978.000 mensuales.
“Como lo hemos manifestado en otras ocasiones, es de interés de los empleadores que los trabajadores obtengan un mayor poder adquisitivo y, de igual forma, mantener en el país un equilibro general que permita el crecimiento de la economía, la incorporación de mano de obra al torrente de la economía formal, sin afectar, por otro lado, el índice de precios, el empleo y la inversión”, señalaron los empresarios en una carta enviada a la ministra de Trabajo, Alicia Arango, la semana pasada.
No obstante lo anterior, desde los sindicatos aseguran que su propuesta de que el mínimo llegue a $1 millón es inamovible.
Julio Roberto Gómez, presidente de la Confederación General de Trabajadores (CGT), dijo que: “Nosotros tenemos un acuerdo unitario con centrales obreras, nos trazamos a $1 millón y ese 5,88% aún nos mantiene una distancia de $20.377, de tal manera que consideramos que, al no haber un acuerdo, ya dejamos en manos del Presidente la decisión en torno a expedir el decreto”.
Y agregó que “si el presidente Iván Duque firma la norma el lunes (hoy), llegando a un salario de $1 millón, con mucho gusto las centrales lo acompañaremos”.
En su concepto, esta cifra “no se trata de un capricho o imposición, porque la solicitud se hizo con los pies puestos en la tierra, hechos todos los análisis y concluyendo en que no le sucederá nada a la economía con este aumento del salario”.