El rubro lácteo colombiano se mostró preocupado con la propuesta del Ministerio de Hacienda, Alberto Carrasquilla, debido a que la leche y los quesos frescos, que se encuentran en la categoría de exentos, pasarían al régimen de excluidos, lo que ocasionaría un encarecimiento en el producto final debido a que no sería posible descontar o solicitar devolución del IVA pagado por los insumos (por ejemplo: empaque, concentrado, sal, maquinaria, herramientas, etc) que se utilizan para producir estos alimentos, elevando los costos de producción.
Estos mayores costos se trasladarían directamente al precio que pagaría el consumidor, es decir, todos los colombianos. De esta manera, con el cambio de exento a excluido, el proyecto de Ley de Solidaridad Sostenible implicaría un incremento del 5% al 7% en el precio final de la leche y del queso.
Otra consecuencia será la desventaja del producto nacional frente al importado, «esto implicaría una afectación en la seguridad alimentaria de los ciudadanos al limitar aún más el gasto de los hogares colombianos, con la pérdida de su poder adquisitivo para la compra de productos de primera necesidad como la leche y el queso. Hoy Colombia consume 20 litros menos que el mínimo recomendado por la FAO de al menos 170 litros por persona y con esta iniciativa, el consumo de lácteos por habitante se reduciría en
cerca del 6%», mencionó el gremio de lácteos.
Afirmaron que las ventas de las empresas también disminuirían considerablemente, afectando la compra de leche a los ganaderos y generando grandes pérdidas en materia socioeconómica para toda la cadena.
«Hacemos un llamado al Gobierno Nacional para que revise la propuesta. Actualmente, este renglón económico ya se encuentra aportando a la nación con productos como los quesos madurados y yogures, los cuales están gravados con un IVA de 19%», pidieron los grupos de productores.