Luego de batallar más de dos años por sacar su salud adelante, la vida de Julián Sáenz, villavicense de 26 años, y contador público de profesión, finalmente no lo logró y ahora descansa en paz.
La inquebrantable fe de que las cosas iban a mejorar con una extraña enfermedad que lo atacó cuando se fue a Australia a estudiar inglés, le permitió batallar por más de dos años por seguir con vida sin lamentarse, como le contaron al diario El Tiempo personas cercanas a él.
Su memoria se convierte ahora en un ejemplo para los jóvenes metenses que buscan sacar sus sueños adelante, pues aunque a Julián la salud le falló para consolidar sus metas, sí logró a pulso llegar al otro lado del mundo a perfeccionarse.
Incluso, además de la pelea por no morir, Julián debió enfrentar otra y fue poder sostener los gastos del tratamiento médico en Australia y luego buscar recuperarse en Colombia.
De hecho, fue con recursos propios del trabajo y una fuerte dosis de perseverancia la que le permitió no sólo lograr la visa, sino además mantenerse mientras estudiaba, esto hasta antes de que se enfermara. Al final, un cáncer de estómago lo llevó a descansar en paz para siempre.