Para especies de fauna silvestre como el oso de anteojos o andino no es posible reconocer los límites dónde empieza ni hasta dónde termina un Parque Nacional, por esto, en su búsqueda de alimento, pueden llegar a las fincas ubicadas en las zonas colindantes de las áreas protegidas.
En las veredas de las zonas colindantes con el Parque Nacional Natural Chingaza, ocasionalmente se registra la presencia de individuos de fauna silvestre que se desplazan en búsqueda de alimento, por lo que es importante que las comunidades tengan medidas adecuadas en el manejo de animales domésticos que eviten atraer a los osos andinos, pumas u otros animales que habitan en el bosque y en el páramo.
En este sentido, al momento de avistar un oso andino o identificar actividades de depredación de algún animal silvestre, tenga en cuenta las siguientes recomendaciones:
– No entre en pánico, el oso por naturaleza no es un animal agresivo, por el contrario, huye ante la presencia del hombre. En lo posible haga ruidos fuertes para ahuyentarlo.
– Evite acorralarlo, déjele una ruta de escape para evitar un ataque por sentirse amenazado.
– No permita que perros lo ataquen, esto solo pondrá en riesgo a las dos especies.
– Vigile diariamente su ganado, en especial terneros, hembras preñadas o animales enfermos.
– Recuerde que mantener el ganado cercado y controlado evitará que se interne en el bosque y sea presa fácil, disminuyendo la posibilidad de ser atacado.
– Si muere algún animal en su predio, entiérrelo adecuadamente y rocíe creolina para evitar que el oso se acerque a consumir carroña y genere el gusto por el consumo de carne.
– No tome acciones de retaliación que pongan en peligro a la especie.
Parques Nacionales recuerda a las personas que es indispensable informar a las autoridades ambientales como la Policía Nacional, la Corporación Autónoma Regional del municipio, la Secretaría de Ambiente de la Alcaldía o a los guardaparques, con el fin de recibir las recomendaciones necesarias para realizar actividades que ahuyenten a la especie con técnicas recomendadas por expertos, así como evitar una afectación al oso, al ganado o a la comunidad.
Cabe destacar que el oso andino u oso de anteojos (Tremarctos ornatus) es el único oso que habita en Suramérica, a lo largo de la cordillera de los Andes, desde Venezuela hasta Bolivia, pasando por Colombia, Ecuador y Perú. En Colombia está presente en 22 de las 63 áreas protegidas del Sistema Nacional de Áreas Protegidas ubicadas entre los 300 hasta los 4750 m de altura, en diversos hábitats entre los que se encuentran los páramos y los bosques andinos, así mismo, aunque no todos los individuos consumen carne, algunos ejemplares oportunistas aprovechan encontrarse con animales enfermos o en descomposición para añadir nuevos alimentos a su dieta.
La especie se encuentra catalogada como vulnerable a la extinción según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), de allí la importancia de trabajar de manera articulada por su conservación ya que de su pervivencia depende el equilibrio ecosistémico que garantiza la provisión de servicios como el agua y el aire limpio, indispensables para la subsistencia de los seres humanos.