El papa Francisco autorizó la beatificación del médico venezolano José Gregorio Hernández, dedicado en vida a los más desfavorecidos, al reconocer un milagro atribuido a su intercesión, informó la Santa Sede.
El pontífice decidió permitir a la Congregación para la Causa de los Santos autorizar el decreto sobre Fray Esquiú tras reunirse en audiencia con su prefecto, el cardenal Angelo Becciu.
El futuro beato, que murió atropellado en Caracas en 1919, es recordado en Venezuela y en los países vecinos por su ayuda a los más pobres y por su caridad y generosidad, considerado un santo por el imaginario popular, que le atribuye numerosos milagros médicos.
Para su beatificación, los postuladores de la causa presentaron a la Congregación vaticana el caso de la «curación milagrosa» de una niña con una grave lesión neurológica por arma de fuego. El suceso tuvo lugar el 15 de marzo de 2017 en Venezuela, cuando la niña, de 11 años, fue víctima de un atraco mientras iba con su padre en una moto y fue disparada desde dos metros de distancia.
La víctima llegó al hospital cuatro horas después en grave estado neurológico y, tras operarla, los médicos informaron a la familia que, de sanar, sufriría discapacidad y problemas neurológicos.
Sin embargo, el 15 de marzo de 2017 experimentó una inesperada mejoría y, dos semanas después, fue dada de alta en buen estado de salud y sin los problemas que se vaticinaban. La madre aseguró que había orado por la intercesión de José Gregorio Hernández.