Junto con su padre comenzó una travesía desde Soacha a Argentina.
Una verdadera hazaña está haciendo un ciclista llamado Nicolás Andrés Sossa González, quien en compañía de su padre tomaron sus bicicletas y comenzaron una travesía desde Soacha a Argentina, recorriendo casi todos los países de Suramérica en casi dos meses continuos.
El profesional en ciencias de la salud y su padre partieron desde el 27 de mayo en una aventura en sus ‘caballitos de acero’, recorriendo carreteras desconocidas para ellos, guiándose por medio de un mapa en su celular y las indicaciones de las personas que se encontraban a su paso. En sus mochilas lo único que llevaban era ropa y algo de comida para pasar el hambre en las vías de Sudamérica.
Entrenando entre 100 y 130 kilómetros al día, el deportista quiso cumplir el sueño de su padre quien quería desde hace mucho ir a Argentina en bicicleta.
Nicolás Andrés Gonzales, habló con Antena 2 y comentó que “mi principal motivación es mi padre, él fue el actor intelectual y motivacional para realizar esto, su principal sueño era conocer Argentina, se le ocurrió conocerlo en bicicleta y yo simplemente tome la decisión de acompañarlo y cumplir con él este sueño”.
Durante estos dos meses han tenido que recorrer miles de kilómetros, “en Colombia recorrimos aproximadamente 946 kilómetros llegando al Puente internacional de Rumichaca en 8 días, entramos a Ecuador y recorrimos 877 kilómetros en 7 días, llegamos a Perú y allí recorrimos al menos 2.000 kilómetros en 20 días, después entramos a Chile y recorrimos aproximadamente 750 kilómetros en 7 días, en Argentina recorrimos 1600 kilómetros para llegar hasta el centro de Buenos Aires”, comentó.
Sin embargo, en medio de las diferentes carreteras los climas y las distancias entre pueblos le han jugado malas pasadas, “pasando Rio Bamba en Ecuador subimos un páramo más o menos 4200 metros a nivel del mar, en el cual ya llegando nos llueve con granizo y en el descenso no había nada, fue lo más duro que pasábamos, literalmente estábamos congelados. Gracias a Dios encontramos unos indígenas ecuatorianos que nos vieron con la necesidad y les pedimos hospedaje, nos brindaron ayuda, nos dieron dormida y comida, esto nos salvó la vida porque del frio tan impresionante no podíamos ni hablar”.
También han tenido que acudir a otros medios de transporte para acercarse a alguna población cercana, ya que el cansancio, la distancia y la hora del día no les permitía continuar teniendo que tomar solamente en dos ocasiones un bus para llegar a algún pueblo a recuperar energías y continuar con el viaje.
Así mismo, el gasto durante este viaje ha sido bastante, según comentó el atleta, “hasta el momento hemos gastado 13 millones de pesos, un promedio de 200 mil pesos diarios que constan de desayuno almuerzo y comida para los dos, hidratación y una merienda como tal”.
Por esta razón en sus planes tenían un emprendimiento que los ayudara a sobrellevar los gastos en caso de que hiciera falta y por medio de unas manillas lograron ganar algo de dinero, “traíamos 300 manillas para vender o buscar algún intercambio, cuando nos encontrábamos con un argentino les regalábamos una manilla o dos y ellos nos daban dinero, una fruta o un dulce”.
“Mucha gente cuando parábamos nos preguntaba que era una manilla y les explicábamos y así reunimos algo de recursos para completar esta travesía” reveló González.
Finalizando su recorrido en estos últimos días en Buenos Aires, Argentina, los aventureros disfrutaran unos días de este país y se regresarán a Colombia en avión o en bus dependiendo el presupuesto restante.