A la emergencia que viven los habitantes de las poblaciones rurales de Córdoba por la falta de agua se suma ahora el daño ecológico por la muerte de decenas de monos aulladores, armadillos y todo tipo de aves que se debilitan en las praderas desérticas, donde la sequía golpea sin clemencia a la fauna y la flora de la región.
El caso más grave fue denunciado por campesinos de la vereda Providencia del municipio de Lorica, en Córdoba. Allí los pobladores han descubierto a estos animales muertos en pastizales producto de la deshidratación y la fuerte ola de calor.
Éver Delgado Moreno, presidente de la Junta de Acción Comunal de esa población, dijo que la situación es alarmante por cuanto la población de monos aulladores es abundante en esa zona de Córdoba, debido a la espesa vegetación que se presenta.
Sin embargo, desde hace cerca de 14 meses no se registran lluvias en la zona y los días soleados que alcanzan temperaturas de hasta 38 grados, han contribuido al secamiento de las fuentes hídricas, afectando la supervivencia de estos animales.
«Hemos encontrado cuadrillas de monos rojos aulladores muertos, y eso es un peligro para esa especie que está en vía de extinción y cuyo hábitat requiere de abundante agua y árboles con mucha vegetación», explicó Delgado.
También otras especies como los armadillos y aves guacharacas mueren por las inclemencias de la sequedad.
«No tenemos agua en un radio de al menos 10 kilómetros porque todas las represas y pozos están totalmente secos y sin esperanzas de lluvias, eso puede complicar la situación para otras especies de animales que habitan por esta zona», advirtió el líder comunal.