El argentino se llevó este lunes el reconocimiento por primera vez en su carrera.
Rosario, una ciudad con un poco más de un millón de habitantes, vio nacer hace 27 años a Lionel Andrés Messi Cuccittini, sin imaginarse lo que podría suceder con este astro argentino que pesó 3.600 gramos y 47 centímetros.
Su padre y ahora apoderado, Jorge Messi, se dedicaba a la metalurgia en una fábrica, mientras que su madre, Celia Cuccitini, se dedicaba a oficios varios.
El fútbol siempre fue su pasión, un balón no podía faltar para un regalo de cumpleaños o de Navidad, pero en ese tiempo aún no era la ‘Pulga’, tan solo era ‘Piqui’, como lo conocían en su barrio, un sitio popular ubicado al sur de Rosario.
“Cuando mi vieja lo mandaba a hacer compras, Leo iba con la pelota. Si no, no iba. Y si no tenía pelota, se la armaba con bolsas o medias”, expresó Matías, uno de sus tres hermanos, además de Rodrigo y María Sol.
A los 5 años empezó su kilometraje en el fútbol en Grandoli, un club de la zona que se entrenaba en canchas de tierra a la que iban muchos niños con más objetivo de pasar tiempo que pensando en ser profesionales.
Dos años después comenzó a darle forma a su sueño de ser futbolista, como se lo decía a secretos a su abuela materna Celia, al ingresar a las inferiores del Newell’s Old Boys. Su abuela regularmente lo acompañaba a la cancha, era muy alcahueta.
“Nos bancaba todos los caprichos, los primos nos peleábamos por dormir en su casa. Pienso mucho en ella y le dedico mis goles, querría que estuviera aquí, pero se fue antes de verme triunfar. Eso es lo que más rabia me da”, dijo Messi ahora con 27 años en una entrevista.
Su infancia:
Los Messi Cuccitini tuvieron cuatro hijos y Messi era el tercero de ellos (Rodrigo y Matías, los mayores, y Marisol, la menor).
Messi jugaba en las canchas del barrio, aunque por su estatura en un principio fue menospreciado. No obstante, apenas dio muestra de su habilidad era el preferido. Por ese motivo siempre se requería hacer el tradicional ‘pico y pala’ para ver qué equipo escogía primero y, obvio, el ganador se quedaba con Lionel, lo cual era prácticamente la victoria así estuviera con personas más grandes, como pasaba con jugadores de hasta 18 años.
Sin embargo, recuerdan en su casa que era muy mal perdedor y salía muy enojado si no se quedaba con la victoria, especialmente en los partidos en los que jugaba con sus hermanos, pero –como recordó su mamá en una entrevista a medios argentinos– no solo era en el fútbol. “Nadie quería jugar porque tarde o temprano hacía trampa. Él quería ganar todo, desparramaba las cartas y el juego terminaba”.
El problema de crecimiento:
Cuatro años después de estar en el equipo ‘leproso’ se le detectó una deficiencia en la hormona de crecimiento cuando River Plate mostró interés en el jugador. Cuando tenía 13 años únicamente medía 1,40 metros y ahí nació un problema que fue el comienzo de un camino lleno de éxito.
Se estimaba que el tratamiento costaba 900 dólares mensuales y ni el equipo ‘millonario’ ni Newell’s se mostraron dispuestos a costear ese valor; aunque los ‘leprosos’ luego intentaron solventar el gasto, Jorge, el padre de Leo, decía “que era siempre muy complicado que dieran el dinero y me aburrí”.
Ahí comenzó a pensar en España. El padre de los Messi, debido a la difícil situación en Argentina y por la salud de Leo, decidió viajar al país ibérico en el 2000 y fueron a Lérida, municipio cercano de Barcelona, a la casa de unos familiares de la mama de Leo.
Sin perder tiempo, a las pocas semanas fue a probar suerte al Barcelona y Messi no tuvo que hacer mucho para que Carlos Rexach viera su talento y decidiera que el chico se quedara en el equipo catalán, que se siguió haciendo cargo de los gastos del tratamiento óseo.
La familia Messi ya estaba en Barcelona, pero su mamá y sus hermanos no se adaptaron, por lo que decidieron regresar, pero antes de marcharse le preguntaron a Leo qué haría y contestó: “Quiero triunfar con Barcelona”, por eso, su padre se quedó con él.
El Barcelona y la Selección:
Su paso por las diferentes categorías del Barcelona fue tan fugaz como espectacular: jugó en Infantil A, Cadete B, Cadete A, Juvenil A, Barça C y Barça B, marcando 37 goles en 30 partidos.
Simultáneamente, debutó en la selección argentina sub-20 en un amistoso contra Paraguay marcando dos goles.
Finalmente, tuvo su debut oficial con el primer equipo culé el 16 de octubre del 2004 en el derby contra el Español (1-0). El primero de mayo del 2005 se convirtió en el jugador más joven de la historia del Barcelona en marcar en un encuentro de Liga. Fue frente al Albacete a los 17 años, 10 meses y 7 días.
Durante el Mundial Juvenil sub-20 disputado en Holanda en el 2005, Messi no solo lideró a la Argentina al título mundial, sino que además fue condecorado con el Balón de Oro al mejor jugador del torneo y con el Botín de Oro al máximo goleador de la competición.
El 17 de agosto del 2005, Messi debutó con la selección Argentina en un amistoso contra Hungría, partido en el que fue expulsado tras solo un minuto en cancha. En el 2008 ganó la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Pekín. Pero su gran deuda sigue siendo la selección de mayores, pues no ha podido ganar el Mundial. En el 2014 Argentina fue subcampeón. También fue segundo en las dos últimas Copas Américas.
Sin embargo, a nivel de clubes Messi es hoy la mejor figura del Barcelona, donde ha ganado cuatro Champions, tres mundiales de Clubes, ocho Ligas y cuatro Copas del Rey, entre otros títulos. Además, es el máximo ganador del Balón de Oro con cinco galardones (cuatro de ellos otorgados en conjunto entre France Football y la Fifa). Aunque en la reciente edición, lo ganó Cristiano.
Messi no tuvo otro año pletórico en el 2018-19, porque aunque fue la Bota de Oro, no conquistó la Champions League, su gran objetivo, pero sí fue fundamental en el Barcelona y por eso hoy gana su primer premio The Best.