Lorraine Cutier Bauer Romeiroes una influencer brasileña de 19 años. Durante el día, su trabajo era «generar contenido para sus seguidores». Sin embargo, de noche se dedicaba al tráfico de drogas, que realmente era su fuente de ingresos. Al parecer, el trabajo de las redes sociales lo tenía como fachada para no levantar sospechas.
La joven brasileña fue capturada en Cracolandia, barrio conocido por ser una zona marginal de Sao Paulo, caracterizado por el consumo, compra y venta de drogas.
Según cuenta la policía de Sao Paulo, este lugar es concurrido por personas drogadictas y jíbaros que aprovechan la situación para hacer negocios. Además dijeron que Lorraine Cutier les había confesado dónde escondía todo su arsenal de drogas. Todo se trataba de un hotel abandonado.
Inmediatamente, los investigadores acudieron al sitio donde encontraron 400 dosis de diferentes drogas como crack, marihuana, éxtasis y cocaína.
Durante la investigación se pudo saber que la «influencer» en el día interactuaba con sus más de 100.000 seguidores publicando fotos sensuales y muy arreglada, pero al llegar la noche dejaba a un lado la moda para usar una sudadera ancha, cómoda y con capucha que le servía para ocultar su rostro y así poder salir a traficar por las calles de Cracolandia.
Lorraine Cutier es madre de una niña de tan solo un año de edad. Por esta razón, en el momento del arresto le dictaron detención domiciliaria. Sin embargo, unos días después la encontraron nuevamente en Cracolandia vendiendo drogas.
Por tanto, la joven fue enviada a la cárcel y estando allá envió una carta a su madre: «Hola mamá. Sé que ahora mismo no puedo decidir ni pedirte nada. Ni siquiera puedo ver a mi hija. Te quiero mucho. No se olviden de mí».