Darnos cuenta de lo que ha hecho el COVID-19 no es nada fácil. Al día de hoy se conoce que el virus ha contagiado a más de 185 millones de personas, causando cuatro millones de muertes en todo el mundo desde que fue clasificada como una pandemia por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Sin embargo, la vacunación ha abierto un camino de esperanza con la llmada ‘inmunidad del rebaño’, esto quiere decir que podríamos regresar a algún tipo de normalidad, aliviando las restricciones que hanestado presentes en este último año.
Lo que no se puede desementir es que el COVID-19 llegó para quedarse, lo que significa que debemos aprender a convivir con este virus. Según la revista científica Nature, se le preguntó a más de 100 inmunólogos, virólogos y expertos en salud de todo el mundo si se podía erradicar el Sars-Cov-2, a lo que casi el 90% de los encuestados dijo “no”, pues hay evidencia de que el coronavirus se convierta en endémico y continúe circulando en el mundo.
Es importante saber que erradicar las enfermedades infecciosas no es algo común. Por su parte, la OMS ha declarado solo dos enfermedades virales oficialmente erradicadas, la viruela y la peste bovina. No obstante, para que estas se erradicaran fue dundamental un trabajo en conjunto de circunstancias, principalmente mediante el desarrollo de una vacuna que cortó la transmisión del virus.
Lo que es importante saber es que las vacunas contra la COVID-19 no logran el mismo efecto.“Las vacunas que tenemos hoy en día en algunos casos no previenen la infección. Simplemente modifican la infección y hacen que la enfermedad sea menos grave. Las personas vacunadas aún pueden transmitir el virus a otras”, manifestó David Heymann, profesor de epidemiología de enfermedades infecciosas en la Escuela de Salud y Medicina Tropical de Londres.
Es así como la OMS expresa que entre 290.000 y 650.000 personas en todo el mundo mueren cada año por causas relacionadas con la gripe, lo que se asemeja a lo que puede pasar con este nuevo virus. La buena noticia es que estas enfermedades se han vuelto manejables, con un número de muertos que puede estimarse.
Por lo tanto, habrá menos casos graves de la enfermedad cuando ya no es el virus se haya moldeado a nuestro diario vivir. De esta forma, hay que conocer que el éxito de los programas de vacunación será esencial para la reducción de las admisiones hospitalarias en cada país, de acuerdo a los expertos.
Asimismo, en dado caso de un rebrote fuerte, “en la medida de lo posible, los bloqueos se convertirán en parte del conjunto de herramientas esenciales que los gobiernos utilizarán al abordar esta situación”, según estableció Nicholas Thomas, profesor asociado de seguridad sanitaria en la City University de Hong Kong a la agencia de noticias Bloomberg.
Finalmente, la lucha contra el SARS-CoV-2 también depende de cómo se comporte el virus en los animales. Por ahora, se conoce que los científicos apoyan la idea de que este coronavirus se originó en los murciélagos y de que puede haber saltado a los humanos a través de un animal intermediario.