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La violencia y el covid lo dejaron huérfano, pero la Policía lo educa

Juan Felipe estudia en el colegio que obtuvo el mayor puntaje en la prueba Icfes del año pasado en Villavicencio.

 

La historia de Juan Felipe tiene páginas tristes: su padre, el patrullero Jesús Alberto Rivera González, fue asesinado el 23 de noviembre de 2010 en una acción terrorista en Puerto Rico, Caquetá. Y en 2021 el covid se llevó a su mamá.

Ahora vive con sus abuelos maternos Javier Orlando Ortiz y Yaneira González Londoño y estudia en uno de los mejores colegios de Villavicencio, Nuestra Señora de Fátima, que funciona en las instalaciones de la Policía del Meta. Un estudiante de este colegio obtuvo el año pasado el mayor puntaje en la Prueba Saber 11 a nivel de Villavicencio.

La Dirección de Bienestar Social de la Policía informó que Juan Felipe, quien ingresó en 2017 a segundo grado de primaria, podrá terminar allí su bachillerato sin pagar un peso.

Es uno de los 153 hijos de policías asesinados que recibieron becas a nivel nacional. La Policía tiene 22 colegios en todo el país, incluyendo el de Villavicencio. Estos jóvenes se benefician del pago de la matrícula y pensión mensual. Juan Felipe también ha tenido apoyo psicológico y ayudas económicas gestionadas por la Policía con la Asociación de Obras Sociales y la Fundación Corazón Verde.

Los colegios de la Policía Nacional, con más de 13 mil estudiantes, iniciaron su año académico hoy 26 de enero.