El cuerpo de Salomé Sofía Jiménez Mendoza, de 3 años, era velado en la mañana de este domingo en la sala de su casa, situada en la calle 2 con carrera 58, barrio Villa Olímpica, en Galapa.
No existen palabras para describir la tristeza que embargaba a los familiares de la niña. Su féretro blanco en la mitad de la sala deja sin habla a todo aquel que entraba a la vivienda.
La mamá, Doraine Mendoza, no ha podido volver a comer desde el trágico suceso y pasa el tiempo llorando; lo mismo le ocurre al papá Albert Jiménez.
“No ha probado bocado, la hemos mantenido a punta de suero para que tenga algo en el estómago. La besa, la acaricia, la soba, no cree esto que ha pasado”, expresó con los ojos enrojecidos de tanto llorar, Luz Mallarino, prima hermana de la mujer.
La familiar reveló que el día de los hechos, Doraine y sus dos hijos iban camino al centro a cumplirle una promesa a la pequeña.
“Salomé le había pedido unos patines a la mamá desde hacía rato y como ella tenía la plata iba a comprárselos y aprovechó que era su día libre y salió con sus dos hijitos. A las 9:10 de la mañana se fue de aquí de la casa y apenas iban en camino al Centro cuando ocurrió el atraco”, relató Mallarino.
La familiar reiteró el llamado a la ciudadanía y las autoridades para unirse y capturar al sujeto que disparó el arma que acabó con la vida de la menor.
“Es injusto, solo Dios lo podrá perdonar. Si alguien lo vio si sabe dónde está que lo entregue”, sostuvo la tía de la niña.