Las alternativas que ofrece el Gobierno no alcanzan a superar los pagos que hacen los narcos o los ganaderos invasores.
El 25% del Parque Natural Tinigua ya ha sido arrasado por la deforestación, denunció el director de Parques Nacionales en el Meta, Édgar Olaya.
Es apenas uno de los puntos críticos de la intensa deforestación al sur del Meta que no para a pesar de esfuerzos institucionales como los acuerdos con campesinos que ocupan las áreas protegidas a los que se les paga para que conserven el bosque.
“No es la cantidad sino el apoyo institucional para subsistir, me decía uno de los campesinos”, comentó Olaya.
El director de Cormacarena, Andrés García, admitió que no es mucho lo que la autoridad ambiental puede hacer, y denunció que “ya están rodeando Caño Cristales con ganadería”.
García dijo que hay empresas ganaderas formales que han llegado a ocupar estas tierras. “Este fenómeno se ha venido extendiendo desde Caquetá hacia el Meta”.
El alcalde de La Macarena, Herminso Cárdenas, habló de unos 5 mil campesinos en las zonas de reserva y pidió que el Gobierno no se limite a utilizar la Fuerza Pública sino que les ofrezca alguna alternativa. Pero las alternativas frente a los pagos que hacen los narcos pocas veces son aceptadas.
El comandante de la Cuarta División, general Antonio Beltrán, asegura que las disidencias de las Farc están detrás de la deforestación y explica que se utilizan ríos como el Guayabero para ingresar ganado a zonas protegidas.
