En ese municipio viven 458 familias de esta etnia, distribuidos en cuatro territorios.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la Agencia Italiana de Cooperación para el Desarrollo y el Comité Internacional para el Desarrollo de los Pueblos se unieron para apoyar el desarrollo sostenible de Mapiripán.
Y resaltan que la comunidad Sikuani hace parte de la riqueza cultural del municipio, donde las malocas de palma de moriche, en las partes altas de los bosques de galería, ríos y caños, resaltan imponentes en el paisaje de tierras color naranja y verdes pasturas.
Según la FAO, en Mapiripán hay 458 familias del pueblo Sikuani que viven en cuatro territorios: el resguardo Caño Ovejas, el resguardo Caño Jabón, el asentamiento Chaparral y en el área urbana.
Desde ahí luchan por conservar sus costumbres y tradiciones. Mapiripán en lenguas ancestrales significa “canasta de pan”, y hoy es un territorio lleno de oportunidades que le apuesta a la paz con su enorme potencial agroindustrial por sus amplias extensiones de tierras fértiles, clima y el aporte del río Guaviare.
Llama la atención que el curandero inhala un polvillo que elabora con las semillas de Yopo, y que al parecer tiene efectos alucinantes. Su alimentación principal sigue siendo la yuca brava (con la que preparan el mañoco) y el pescado.