El diálogo, su cultura y actividades económicas hacen de este municipio uno de los mejores lugares para vivir y disfrutar.
En medio del olor y colorido de sus postres, la paz de sus paisajes, la calidez de su gente, su religiosidad y su coloniales fachadas, Iza, en Boyacá, puede ser el paraíso que muchos buscan para vivir.
Esta pequeña población boyacense, ubicada a tan solo 4 horas de Bogotá, cuenta con el privilegio de ser la más segura de Colombia. Hace cerca de 20 años no se registra ningún homicidio.
Este pueblo es reconocido por ser la capital mundial de los postres y recibe a decenas de turistas que se deleitan.
En la gastronomía, hay toda una variedad de platos que hablan de la cultura y tradición. Iza es el nido verde de Boyacá y cuenta una historia diferente en cada esquina, como si el tiempo no pasara. “Aquí existen muchas casas de adobe y aquí tenemos las ventanas y todo eso pues en maderas, las tejas de barro y las queremos con mucho orgullo y somos muy orgullosos de nuestra tierra», indicó Luz Marian Meza, socióloga e historiadora de Iza.
La leche es otro de los motores económicos de la población. Allí sus campesinos son los protagonistas. Entre tanto, los termales más antiguos del departamento con 80 años de existencia es otro de sus atractivos.
No obstante, la paz de sus calles es su mayor riqueza. De acuerdo con su alcalde, Robinson Salamanca, lo anterior es el resultado de trabajar y escuchar a la comunidad con el objetivo de actuar “inmediatamente ante cualquier caso sospechoso que se nos presente».
En su iglesia reposa la piedra del Divino Salvador que, según la historia, se le apareció a un fray y desde entonces se le atribuyen múltiples milagros. Este y todos sus atractivos hacen de Iza un lugar único e irrepetible.