Los fallecimientos se registraron en Neiva y Soledad, y las víctimas tenían 84 y 86 años de edad. A las 2 mujeres las vacunaron un par de días antes del deceso.
La adulta mayor que falleció en una clínica en Neiva, Huila, fue identificada como Silvia Vargas de Cuenca, y El Tiempo informó que era madre de 9 hijos, que vivía en el barrio Misael Pastrana y que la vacuna de Sinovac contra el coronavirus se la aplicaron el pasado miércoles 10 de marzo.
Dos días después de ser inoculada, la mujer presentó “diarrea y dolores abdominales” fuertes, razón por la que la trasladaron de urgencia a una clínica ya que mostraba síntomas de deshidratación.
Así se lo confirmaron a ese medio los familiares de la mujer, que falleció el sábado 13 de marzo en la tarde.
Una hija de la mujer, Marta Cuenca, dijo que los resultados de los exámenes “arrojaron niveles altos de azúcar, por encima de 300”, y que eso los sorprendió porque su mamá “nunca ha sufrido esa enfermedad”. Por el contrario, aseguró, a la mujer solo le molestaba la tensión.
“Es extraño, mi madre nunca sufrió de azúcar alta”, dijo, y señaló directamente a la dosis que le aplicaron.
“Creemos que la vacuna del COVID-19 le desencadenó la glucemia y otras enfermedades que acabaron con su vida”, afirmó Cuenca.
El periódico recogió la versión que dio el secretario de Salud del Huila, César Alberto Polanía, según la cual el caso “se encuentra en estudio” en el Instituto Nacional de Salud, y que una vez se tenga un resultado se dará a conocer.
En Neiva también se denunció el caso de una mujer a la que le habrían aplicado dos dosis de la vacuna en cuestión de un minuto.
A este caso se suma el de Mariana Concepción Villa Peñalosa, una mujer de 86 años que falleció el pasado 13 de marzo en una clínica en Soledad, Atlántico, cuatro días después de que la vacunaran.
La familia manifestó, de acuerdo con Semana, que la abuela gozaba de buena salud al momento de la vacunación, aunque en un artículo de El Tiempo se dice que era “hipertensa”.