El Gobierno derogó el decreto sobre subsidios a combustibles que generó las protestas.
El presidente de Ecuador, Lenín Moreno, y el movimiento indígena, alcanzaron este domingo un acuerdo para poner fin a las protestas que estallaron hace 12 días, tras la decisión del gobierno de derogar el decreto que eliminaba subsidios a los combustibles.
«Con este acuerdo se terminan las movilizaciones y medidas de hecho en todo el
Ecuador y nos comprometemos de manera conjunta a restablecer la paz en el país», señala el acuerdo leído por Arnaud Peral, representante en Ecuador de la ONU, que medió en la crisis junto a la Iglesia católica.
“Como resultado del diálogo se establece un nuevo decreto que deja sin efecto el decreto 883, para lo cual se instala una comisión que elaborará este nuevo decreto”, anunció el coordinador de las Naciones Unidas en Ecuador, Arnaud Peral, luego de casi cuatro horas de diálogo entre las partes a las afueras de Quito.
A través de su cuenta de Twitter, el presidente de Ecuador, Lenín Moreno confirmó que «el Gobierno sustituirá el decreto 883 por uno nuevo que contenga mecanismos para focalizar los recursos en quienes más los necesitan«.
Los diálogos se desarrollaron en un colegio salesiano a 30 kilómetros al sureste de Quito.
Al inaugurar la negociación, el presidente Lenín Moreno propuso revisar el decreto que eliminó el subsidio con el fin de perfeccionarlo para que los recursos que se ahorrará el Estado (1.500 millones de dólares) se asignen a quienes más lo necesitan y a los indígenas, para lo cual planteó un “gran programa de desarrollo del agro”.
“El subsidio de la gasolina se destina a los contrabandistas, a los más ricos”, puntualizó el mandatario.
Para el director de la Corporación de Estudios para el Desarrollo (Cordes), José Hidalgo, la eliminación de las subvenciones a los combustibles era una medida adecuada y necesaria porque eliminaba un desequilibrio y uso inadecuado de los recursos del Estado.
La respuesta inmediata de Jaime Vargas, líder de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador, fue que se debía derogar inmediatamente el decreto y aseguró que la “improvisación” de las medidas económicas del Gobierno, que no generan beneficio social, originaron la crisis.
Luego, Vargas dijo que si no se atendían los pedidos, continuaría la movilización.
“Seguiremos unidos, estamos dispuestos a realizar todos los sacrificios posibles, si hay que dar nuestra vida lo haremos”, afirmó antes de declararse un receso en el que las partes estudiaron las propuestas, aunque, como se vio, los indígenas lograron lo que habían propuesto.
Tras el descanso, el presidente Moreno tomó la vocería y anunció sorpresivamente la derogación del decreto 883.
El hecho fue considerado como un triunfo de los pueblos indígenas. “Se ha dejado sin efecto el decreto 883 y eso es para todo el país. “¡Viva el Ecuador! ¡Viva la paz!”, manifestó Vargas.
Por la calles de Quito, donde se vivieron días de tensión y se encontraban miles de indígenas, hubo manifestaciones de alegría.
El balance de las protestas fue de siete muertos, 1.340 heridos y 1.152 detenidos, según la Defensoría del Pueblo.