Por: Felipe Harman, alcalde de Villavicencio.
Ser un gobierno distinto implicaba cerrar brechas de desigualdad, hacer que las cosas pasaran y que muchos tuvieran lo que para algunos es cotidiano. En este gobierno no hicimos nada distinto a lo que ustedes eligieron.
Eso es honrar la palabra y el voto. Hoy estoy seguro de que no podemos retroceder. Al contrario, ahora hay que ir por más y con más fuerza.
Cerca de terminar el cuarto año de gobierno, ratificamos que esta administración no hizo nada distinto a lo que prometió.
Recalcando siempre que el legado de este gobierno a la ciudad fue trabajar con acciones en los sectores de la ciudad que más lo necesitaban y así nos recordarán.
Sé que para algunos es difícil entender el valor del cambio y la dignidad, pero hay una inmensa mayoría que lo ve y lo siente a diario. Invertir en los barrios históricamente olvidados fue una decisión que sabía que iba a cobrar encuestas, que afectaría la popularidad, pero es una decisión de la que no me arrepiento.
Enseñar a leer y escribir, brindar atención médica en casa, ofrecer un almuerzo caliente en los colegios, hacer las obras más importantes en los barrios más populares, que no habían recibido inversión, son logros que muchos no ven en el camino de la casa al trabajo, pero que les cambiaron la vida a miles de villavicenses.
Esta administración ya ha legalizado 26 barrios en la ciudad y al concluir el gobierno serán 30, porque nuestro compromiso es con los más humildes, mientras «hay una clase política que desprecia a los pobres».