En el 2019, 9 de cada 10 hogares compraron algún producto de la canasta de consumo masivo en los discounters y este tipo de tienda ya abarca 20% del mercado en el país.
Los hogares colombianos no son lo que era antes. El consumidor transformó su gasto y readaptó su forma de compra: visitando más canales, especializando sus compras en otros canales emergentes y teniendo en cuenta productos más prácticos, además de haber incorporado marcas propias en su gasto.
Las marcas propias han crecido en los últimos años y ya hacen parte del carrito de compra de los colombianos, sin embargo, toman más relevancia en los estratos altos.
En los estratos altos (5 y 6), las marcas propias ya ocupan 22% del gasto, mientras que para los estratos bajos (1 y 2) hay un gran espacio para crecer, una vez que representa 14,2%.
El año pasado, 9 de cada 10 hogares compraron algún producto de la canasta de consumo masivo en los discounters y este tipo de tienda ya abarca 20% del mercado en el país, mientras las grandes cadenas y el tradicional pierden fuerza.
Pero en este escenario del cambio del consumidor, es importante destacar que el minimercado viene ganando terreno, principalmente cuando se busca categorías de alimentos y bebidas.
«En el país estamos viviendo una reconfiguración del cómo se conforman los hogares, donde se aumentan los que están compuestos por una o dos personas con mascotas; esto obliga a las marcas a replantear el camino para acercarse a esos consumidores», asegura Juan Caro, director comercial de la división de consumo de Kantar.