Un anciano de 84 años disparó su escopeta, irritado por el hombre borracho que lo insultaba.
¿Han escuchado a los abuelos decir que el médico les recomendó no tener rabias? Don Luis Eduardo Gil Berrío, a sus 84 años, es de esos: quería vivir tranquilo, sin tener rabias, sin ruido y mucho menos sin insultos a todo grito. Pero su inquilino no cumplió ese requisito y se estrelló con un nivel de tolerancia naturalmente bajo a esa edad.
Don Luis Eduardo vive en la inspección de Dinamarca, municipio de Acacías, y le había arrendado una habitación a John Jairo López Rodríguez, de 27 años.
López se tomó varias cervezas y llegó a la casa de don Luis Eduardo a armar bochinche. Cuando comenzaron los insultos, el anciano sacó su escopeta y disparó. El inquilino quedó tendido en el piso, sin vida.
La Policía llegó al sitio y capturó a don Luis Eduardo, quien dio su versión de los hechos: que López llegó borracho a formar escándalo y que lo insultó con palabrotas, por lo que él reaccionó con su arma de fuego.
