Aunque la noticia del hallazgo de varios cuerpos sin identificar en el cementerio de Dabeiba, Antioquia, que pertenecerían a personas asesinadas en ejecuciones extrajudiciales conmocionó al país, en cinco campo santos del Meta y Guaviare reposan cerca de mil cadáveres de presuntos guerrilleros, paramilitares y civiles, de más de 2.300 cuerpos sin identificar que fueron enterrados en las dos últimas décadas durante el conflicto armado en esa región del país y de los cuales solo han sido identificados un poco más de mil.
El Sistema de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición (SIVJRNR) compuesto por la JEP, la Comisión de la Verdad y la Unidad de Búsqueda de Personas Desaparecidas, tienen en sus manos y están en la investigación y análisis para tomar decisiones, el informe “Desenterrar la Verdad en los Llanos Orientales.
Desapariciones Forzadas, ejecuciones extrajudiciales y otras graves violaciones a los DD.HH.” que les fue entregado en agosto pasado por organizaciones defensoras de derechos humanos como el Colectivo Orlando Fals Borda, el Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo y la Comisión Intereclesial de Justicia y Paz.
Este informe recoge las historias de cientos de víctimas de violaciones de Derechos Humanos, ocurridas en los departamentos de Meta y Guaviare, entre los años 2001 a 2011, elaborado con la participación activa de las víctimas que consideran que la mayoría de sus casos han permanecido durante décadas en la impunidad.