En el mundo se consumen más de 60 millones de toneladas de carne vacuna con un crecimiento anual que ronda el 1,5 o 2% al año. Sin embargo, el consumo de esta y otras carnes (cerdo o cordero), además de las procesadas, son un riesgo inminente, al aumentar las posibilidades de padecer una enfermedad coronaria en el futuro.
En un metaanálisis de estudios realizado a 1,4 millones de personas, a las que se les hizo seguimiento por más de 30 años, se descubrió que el riesgo de sufrir una enfermedad coronaria aumenta a mayor ingesta de estas carnes. Una enfermedad coronaria consiste en la acumulación de placas de grasa en las paredes de las arterias que suministran sangre al corazón.
A lo anterior, se explica que por cada 50 gramos de carne de res, cerdo o cordero que se consuma, el riesgo de taponamiento aumenta en un 9%. Por otro lado, al consumir 50 gramos de jamón, salchichas o tocino, el riesgo se aumenta en un 18%. Como recoge CNN, la coautora del estudio, Anika Knüppel, asegura que “esto también coincide con lo que hemos descubierto en el cado del cáncer de intestino, en el que la carne procesada ha demostrado ser más riesgosa que la carne roja”.
La ración que se estableció aconsejable para consumir en una comida es de 85 gramos de carne, el tamaño de una barra de jabón o una baraja de cartas. No obstante, en una cena convencional se suelen servir alrededor de 200 a 400 gramos de carne, de los que se consumen unos 150 a 200 gramos en promedio, aumentando hasta un 36% la posibilidad de obstrucción en las arterias.
Por otro lado, el consumo de aves de corral no está relacionado con mayores riesgos a enfermedades coronarias. Al ser carne magra, cuenta con una menor cantidad de grasa saturada a comparación de las carnes rojas y tampoco cuenta con los altos niveles de sodio de las carnes procesadas.
Según el medio anteriormente citado, las dietas que mejor han demostrado la reducción de este tipo de enfermedades son las que son a base de plantas. En la clasificación de las mejores dietas para la salud del corazón, realizada por U.S News y World Report, la dieta mediterránea, la Ornish y Dash son las mejores. Estas cuentan con una base importante de ingesta de verduras, legumbres, vegetales y algunos con productos derivados de la Soja.