La confirmación de lo sucedido fue hecha por Virginia Raggi, alcaldesa de la capital italiana y quien escribió en su cuenta de Twitter que el vehículo en el que estaba la bomba es propiedad de Marco Doria, presidente de la mesa para la remodelación de parques y villas históricas de Roma, por lo que calificó el hecho de “gravísimo”.
Sin embargo, aclaró que hubo “cooperación entre instituciones” para desactivar el artefacto “a través de un procedimiento rápido”, por lo que el partido entre Italia y Suiza se pudo disputar sin ninguna alteración, tal y como estaba programado.
El carro fue dejado a pocos kilómetros del estadio y tenía unos “cables sospechosos”que generaron alarma en agentes de Policía que estaban en la zona y desplegaron el operativo de seguridad para estas emergencias cerrando varias calles a la redonda, detalló el diario ‘Corriere dello Sport’.
El medio agregó que los cuerpos antiexplosivos concluyeron que se trataba de un “dispositivo rudimentario con pólvora y pasadoresque en cualquier momento pudo haber detonado”.
En consecuencia, las autoridades adelantan las investigaciones pertinentes, pues no se dieron a conocer más datos al respecto.
Entre tanto, la contienda entre itálicos y helvéticos, válida por la segunda fecha del grupo A de la Eurocopa, se logró desarrollar sin situaciones que lamentar.