Se denunció una inconsistencia alarmante: el código fuente del software
El proceso de escrutinio de los votos para la representación de egresados ante el Consejo Superior de la Universidad de los Llanos (Unillanos) culminó en medio de presuntas irregularidades, es por esto que los resultados han generado un fuerte rechazo por parte de la comunidad académica.
Según han manifestado públicamente, “el proceso electoral estuvo plagado de anomalías que despiertan serias sospechas de fraude”.
Los egresados exigen mediante un proceso de auditoría forense, así como otras acciones legales, la aclaración de la universidad y los diferentes órganos competentes, puesto que como indican las denuncias “son notorias las anormalidades en el proceso electoral”, por ejemplo:
En primer lugar, se ha señalado un concepto técnico emitido por el Comité Técnico Asesor de la universidad, en el que se advierte que el software utilizado para el conteo de votos no cumple con las condiciones de transparencia necesarias. A pesar de la gravedad de esta observación, la universidad no ha dado respuesta oficial al respecto.
Además, se denunció una inconsistencia alarmante: el código fuente del software presentado por la mañana era diferente al que se mostró por la tarde, sin que hasta el momento la universidad haya dado una explicación clara sobre este cambio no justificado ni notificado ante los candidatos y egresados. Lo que pone en una fundamentada duda las garantías técnicas que tenía el software para que el desarrollo de las elecciones fuese transparente y democrático.
A esto se suman la participación de algunos funcionarios públicos, incluido el rector de la universidad, quienes habrían realizado campaña a favor de una de las candidatas, según alertaron estudiantes, egresados y medios de comunicación a través de las redes sociales.
Otro de los elementos que demuestran una falta de garantías en las elecciones, fue la falta de tiempo para la pedagogía electoral, lo que impidió que muchos egresados supieran cómo ejercer su derecho al voto.
Finalmente, la plataforma utilizada para la votación presentó múltiples fallos, que no se sabe si responden al cambio de código de la fuente del software, incapacidad del mismo o algún fenómeno informático externo.
Muchos egresados reportaron que no pudieron votar por problemas con las preguntas de validación, correos electrónicos incorrectos y contraseñas que no correspondían, violando así su derecho a participar. Y aun la universidad no ha dado respuesta frente a ello.
Los estudiantes, profesores, cuerpo administrativo y académico, y por supuesto, los egresados, permanecen alerta a las aclaraciones correspondientes y a los pasos a seguir en esta controversia llena de presuntas irregularidades, que romperían la legitimidad del proceso electoral y la representación de los egresados en el Consejo Superior.
