El objetivo es aplicar un nuevo impuesto sobre el consumo de carnes y lácteos en los 50 principales países consumidores.
Una campaña impulsada a nivel mundial pretende la creación de un impuesto sobre las carnes y los lácteos. La idea es que el dinero que recoja cada país sea utilizado para ayudar a los cultivadores de frutas y vegetales, al tiempo que se le entregue un bono a los ganaderos para que inicien proyectos ambientales sostenibles.
Según exponen los promotores de dicho tributo en una carta abierta conocida por Portafolio, en caso de que el consumo mundial de carne y lácteos se expandiera a niveles per cápita más altos, será imposible evitar que las temperaturas globales aumenten a niveles peligrosos, como se ha visto en los últimos días en Europa.
El documento de los promotores, firmado por más de 5.000 organizaciones, fue dirigido a los países firmantes del Acuerdo de París para que discutan la eventual creación de un impuesto para los productos anteriormente mencionados.
“Recibimos unas 10 reacciones formales de países, Ocde, que se comprometieron a enviar nuestra carta con la propuesta a las personas encargadas en los ministerios específicos”, agregó Remmers sobre los resultados de la carta.
Por el momento, Colombia no se ha pronunciado al respecto y todo apunta a que será la administración de Gustavo Petro la encargada de referirse a la propuesta. Si bien podría significar una nueva entrada en materia tributaria, golpearía el bolsillo de millones de ciudadanos, por lo que se convierte en una idea de compleja acogida.