Atrapan a los animales y, si el dueño no aparece, los entregan a centros de adopción.
Mario Rey, administrador del conjunto Piedemonte, en el sector de Amarilo, inició una campaña para intentar controlar a los gatos que dañan la silla de las motocicletas o a los dueños que no recogen los excrementos de sus mascotas.
Contrató una empresa que utiliza jaulas trampa para atrapar los animales que deambulen por el conjunto. Si el dueño aparece, le devuelven su mascota pero debe firmar un compromiso de manejo responsable. Si no aparece dueño, llevan el animal a un centro de adopción.
“Los dueños de mascotas no se hacen responsables de sus animales y los afectados han exigido que tomemos medidas”, comentó Mario Rey.
El administrador del conjunto explicó que, en la asamblea general de propietarios en marzo, el 80% estuvo de acuerdo con las jaulas trampa. Hace un mes informó a los residentes que iniciaba la campaña.