Elvita Villera contó en Noticias Caracol que cuando mataron a su marido, vendió todo y, sin decirle a ningún familiar, se fue de Colombia con su hijo, Luis Miguel, hacia Venezuela.
En el vecino país, la madre de familia instaló un puesto para vender empanadas y arepas, el cual tuvo gran acogida. Pero nuevamente los colombianos fueron víctimas de la violencia, por grupos ilegales que los empezaron a extorsionar.
“Puse las denuncias y no salieron al instante, salieron demoradas y varios de ellos se dieron cuenta de que nos estaban yendo muy bien. Nos dijeron que por qué nos iba tan bien y se llenaron de odio y nos discriminaban. Llegaron seis hombres armados y nos sacaron, nos tocó salir con mi hijo“, relató Villera.
Entonces, la mujer junto a su hijo viajó hasta Brasil, donde le recomendaron trasladarse hasta la Guayana Francesa por seguridad. De ahí saltaron a París.
Ya en la capital de Francia, la familia tuvo que volver a empezar, pero no fue fácil.
Villera dijo en el noticiero que durante tres meses ella y Luis Miguel durmieron en sillas del aeropuerto de París, y luego se fueron a vivir en una carpa en un parque.
Así duraron 8 meses, hasta que la mujer sacó su habilidad para la cocina y empezó a vender tamales, que poco a poco conquistaron al público francés. El hijo, contó al medio, se encarga de llevar los domicilios, pues ya se sabe mover perfectamente en la ‘ciudad de la luz’.
Ahora, la familia espera seguir triunfando para poder ayudar a más personas que también pasan por dificultades.
