La pandemia por coronavirus no ha acabado y China da crédito de ello
El gigante asiático volvió a registrar cifras récord de contagios, al notificar que en las últimas 24 horas hubo 588 nuevos casos, de los cuales, 112 han sido importados.
A partir de esto, y como se ha vuelto costumbre en medio de su plan “COVID cero”, las autoridades chinas han impuesto un nuevo confinamiento a una ciudad entera, esta vez a Changchun. Esta ciudad, ubicada al nororiente de China, que cuenta con una población de 4’616.000 habitantes, fue de las más afectadas por esta nueva ola de contagios, por lo que no se dudó en imponer fuentes medidas restrictivas.
Este se trata de uno de los mayores confinamientos que se ha registrado desde el inicio de la pandemia hace dos años en este país. La mayor dificultad que se ha encontrado es el alto índice de personas asintomáticas, constituyendo el 64% de los contagios totales registrados, lo que obligó a la Comisión Nacional de Salud autorizar el uso de pruebas de antígenos, que hasta ahora no se podían realizar en un ámbito doméstico.
Entre las nuevas medidas impuestas a la ciudad, se determinó que todos los habitantes tendrán que someterse a una prueba de COVID-19 y que solo una persona por hogar podrá salir a comprar comida y demás productos que se necesiten para evitar un mayor número de contagios.
En términos generales, hasta ayer, se reportaron 1.211 casos positivos de COVID-19, repartidos en 17 de las 31 provincias que conforman China. Este número, a pesar de que es mínima para un país con una población de 1.411 millones de habitantes, causa gran revuelo ya que no se tenían registros tan altos desde la segunda mitad del 2020.