China cerrará de forma gradual todos los mercados en los que se venden aves vivas para reducir los riesgos para la salud pública, informa hoy la prensa oficial.
Chen Xu, alto cargo de la Administración Estatal para la Regulación del Mercado, afirmó que se impondrán «restricciones al comercio y al sacrificio de aves vivas», aunque por ahora no han trascendido más detalles al respecto.
Asimismo, Chen reiteró que Pekín optará por la mano dura con el comercio de animales salvajes ilegales y con su consumo.
El vicepresidente para Asia de la organización animalista Personas por el Trato Etico de los Animales (PETA), Jason Baker, celebró la noticia: «Reducirá el sufrimiento para millones de animales cada día. PETA espera (…) que extienda aún más las alas y que prohíba todos los mercados de animales vivos a nivel nacional».
Las autoridades apuestan ahora por supervisar la seguridad sanitaria y de los alimentos en los mercados de productos frescos, especialmente después de los brotes de COVID-19 en Wuhan a finales de diciembre y en Pekín en junio.