El pico y placa, que cambió desde este miércoles, parece insuficiente ante la enorme cantidad de vehículos que tiene Villavicencio. Ese es el problema de fondo.
Un dato que pasó casi inadvertido en las cifras que publicó la Secretaría de Movilidad, a propósito de la rotación del pico y placa en Villavicencio, fue el sorprendente incremento del parque automotor en esta ciudad.
De acuerdo con esas cifras, en los últimos ocho años el número de vehículos matriculados, en especial de las motocicletas, ha sido desmesurado. El incremento en ese lapso fue del 245%, pasando de 18.163 vehículos en el año 2011 a 64.977 en el año 2018, lo que representa 46.814 vehículos más en la ciudad.
El parque privado también tuvo un aumento del 145%, pasando de 11.298 vehículos en 2011 a 72.712 en el 2018. En el caso del servicio público, se presentó un incremento del 5% representado en 1.017 buses y 3.925 taxis rodando por las calles de la ciudad.
En total, el parque automotor de Villavicencio es de 142.631 vehículos, es decir, que por cada cuatro personas hay un automotor transitando por las vías de la ciudad.
Adicionalmente, los fines de semana entran en promedio a la capital del Meta 35.572 vehículos por los cuatro ejes viales del departamento, que comunican a Villavicencio con Granada, Puerto López, Bogotá y Yopal.
Las cifras son notorias para un municipio que tiene 516.802 habitantes, con necesidades de transporte terrestre crecientes y una malla vial total de 869 kilómetros que es insuficiente para cubrir la demanda vehicular.
El fenómeno preocupa a las autoridades de movilidad de Villavicencio, no solo por las congestiones vehiculares en diferentes puntos de la ciudad, especialmente en las zonas comerciales y de servicios, sino por las estadísticas de siniestralidad que maneja la Secretaría de Movilidad del municipio y la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV).
En el 2017 las motocicletas causaron el 65 por ciento de las muertes en las vías de la ciudad, y el 63 por ciento de lesiones en motorizados, mientras que para el primer semestre del 2018 el porcentaje de víctimas en accidentes fatales en condición de pasajero o conductor de motocicleta es del 50 %.
Para Wilson Suárez, director de Planeación de la Secretaría de Movilidad de Villavicencio, aunque las cifras de morbilidad están en rojo, el aumento del parque automotor seguirá, pues está ligado a diferentes dinámicas sociales, económicas y culturales, y a su vez, al crecimiento urbanístico que ha tenido la ciudad en los últimos años.
Aun así, Suárez reconoció que el incremento del parque automotor en Villavicencio es negativo porque entre más vehículos transitan por las vías de la ciudad, mayor es el nivel de accidentalidad.
“La medida (del pico y placa) es impajaritable en la ciudad, más cuando las motocicletas representan el 79 % del parque automotor matriculado en Villavicencio”, indicó el funcionario.
Frente a la inconformidad que se tiene con la norma municipal, el directivo fue enfático en asegurar que la congestión en el 90 por ciento de la ciudad no es porque no haya pico y placa, sino porque los vehículos ya no caben en las vías.
Sobre la carencia de malla vial en la capital , opinó que es imposible que la infraestructura vial de la ciudad crezca en la misma medida que lo hace el parque automotor, pues en los últimos cinco años ha aumentado el doble y la capacidad para construir el mismo número de vías en ese lapso es improbable.
Por su parte Omar de la Peña, experto en Movilidad, coincide con el director de Planeación de la Secretaría de Movilidad con el hecho de que el aumento en el parque automotor es negativo para la ciudad.
Para de la Peña uno de los factores que dispara el incremento acelerado de motos en la ciudad es la necesidad de transportarse de forma rápida y en un medio de fácil acceso como lo es la motocicleta.
“En el caso de las motocicletas es el medio de transporte más económico que hay, así represente un riesgo mayor en la vía”, dijo el experto.
Otra de las razones, explica de la Peña, es la falta de infraestructura vial que permita la movilización de peatones y ciclistas en la ciudad.
“Aunque se han puesto en funcionamiento varios kilómetros de bici carriles en la ciudad, aún falta mucho para hablar de movilidad sustentable uy sostenible en Villavicencio”, precisó.
Agregó que en la ciudad prevalece el imperio de las motocicletas y los vehículos particulares, porque el transporte público , que debería ser el que crece al paso de los años, no varía en su número y eso ha generado el incremento masivo de los vehículos de dos ruedas.
Para él, la solución a este fenómeno es la amplificación de la malla vial de la ciudad, que incluya andenes para los peatones y ciclorutas para los ciclistas.
“Si se llevara a óptimas condiciones la malla vial de la ciudad se podrían reducir los accidentes y trancones en la mayor parte de la ciudad al igual que el aumento de vehículos particulares”.